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Gerda Grepp

Oslo 1907-1940. Periodista de texto y fotos. Apoya al gobierno de la República en la Guerra de España. Entre otros sitios, estuvo en Málaga y Almería.


Gerda Grepp es la mujer que asoma por la ventanilla, Foto tomada del art. de SBHAC

Gerda Helland Grepp (1907-1940) en S.B.H.A.C.

Gerda Grepp en la wikipedia

Gerda Grepp en Málaga. Vídeo

Gerda Helland Grepp (1907-1940) en S.B.H.A.C.

Tomado el 05/07/2021 de http://www.sbhac.net/Republica/Prensa/Corresponsales/Extranjeros/Grepp/Grepp.htm en S.B.H.A.C.Sociedad Benéfica de Historiadores Aficionados y Creadores. riodistas y Corresponsales extranjeros en la Guerra Civil española. Pinchando el enlace se acede a varias fotos de Gerda Grepp

Periodista noruega que trabajo en España durante el otoño invierno de 1936-1937. Su padre era del que fuera presidente del Partido laborista Noruego, Kyrre Greep y su madre la periodista Rachel Greep. Los que la conocieron dicen que era todo lo contrario a una mujer nórdica. Era morena, menuda y de carácter apacible y dulce. Se caso muy joven con Mario Pietro Mascarín y tuvieron tres hijos. Finalmente se divorció de Mario y marchó para España  como corresponsal y fotógrafa del periódico del Partido Laborista noruego, Arbeiderbladet. Llegó a Barcelona en octubre de 1936 y fue la primera periodista de la península Escandinava. Se centró en Madrid como todos los reporteros y compartió experiencias de los frentes madrileños con otros periodistas extranjeros, como el escritor Ludwing Renn que tras el II Congreso de Escritores en Defensa de la Cultura se alistaría en las BB.II. y el escritor y piloto de bombardero André Malraux, además de otros periodistas nórdicos a los que prestaba su buenos quehaceres de traductora, profesión en la que había trabajado en Noruega. Durante su estancia en Madrid inició una relación sentimental con el periodista Louis Fischer, muy amigo de Negrín y ardiente defensor de los gobiernos republicanos y que tuvo choques con Koltsov por su interés en contar la verdad de las retiradas en los frentes de primera hora defendidos por milicianos, que la censura republicana y en concreto Koltsov querían ocultar.

Gerda Grepp era más que una periodista aventurera, pues con la gran seriedad con que se toman los nórdicos sus ideas y profesiones colaboró con sus paisanos, el escritor Nordahl Grieg y el periodista Nini Gleditsch en movilizar al movimiento obrero noruego para potenciar la ayuda a la II República. Esta ayuda de los antifascistas nordicos se sustanció en varios proyectos entre los que destaca el hospital sueco-noruego de Alcoi. No sólo eran periodistas, eran antifascistas militantes.

Coincidiendo casualmente con el anuncio de una ofensiva franquista sobre Málaga hubo una reunión festiva en el Hotel Victoria de Valencia de periodistas y escritores entre los que se encontraba el corresponsal del News Chronicle, el húngaro Arthur Koestler. También estaba la propia Gerda Grepp que había hecho amistad con Koestler que como vemos en la imagen tenía maneras. Estaba también el poeta Wystan Auden que quiso ofrecerse voluntario como conductor de ambulancias en la Unidad Médica Británica (BMU), pero que terminó trabajando para la radio republicana y unas semanas después partiría para China tras quedar muy afectado por su experiencia española, Y Basil Murray un político liberal inglés de muy buena familia antifascista declarado y también locutor radiofónico al uso en la radio republicana que había pillado una neumonía en España y murió al poco de un soponcio relacionado con la bebida. Y un piloto rumano de la escuadrilla de Malraux que era langi, y que según cuenta Koestler fue derribado y muerto en cuando se reincorporo al servicio. A todos ello se unía la omnipresente figura de Mijail Koltsov corresponsal de Pradva y también trabajando para la Cominter y fusilado en 1940 a su regreso a Rusia. En esta premonitoria reunión, eso dice Koestler, también se incluye a Gerda, que de delicada salud, enfermó en España de tisis y murió en su fría tierra en agosto de 1940 viendo con desolación la invasión alemana de Noruega. ¡Para hacer una peli! (1)

La experiencia malagueña fue emocionalmente muy dura para la reportera, viviendo Gerda la aventura de Koestler, hasta el siete de febrero en que abandonó la ciudad en una plaza del coche en el que el militar ayudante de Villalba evacuaba a su familia rumbo a Valencia, Gerda portaba supuestamente un mensaje para el periódico de Koestler, relativo a la intervención de tropas italianas en la ofensiva y sobre la necesidad de nombrar cónsul inglés al afamado súbdito británico residente en Málaga y partidario de la República española, Sir Peter Chalmers-Mitchell para que pudiera valerse de la autoridad británica y acoger republicanos en su casa. (2)

El caso es que llegados a Málaga el 28 de enero, se alojaron en el dislocado hotel Regina, en una ciudad en trance de cambio de bando, con las autoridades en fuga o pensando en ella, y los partidarios de Franco dentro de la ciudad,  crecidos y dispuestos a tomar el sangrante relevo. Gerda visitó el frente, acompañó a Koestler, de quien dice la dejó tirada en una visita a Marbella, en la que la reportera tuve que caminar por su cuenta en zona de guerra hasta que un miliciano en moto que oficiaba de correo se apiadó de ella y la montó de paquete y la retornó a Málaga, donde se puso a escribir el primero de los varios reportajes sobre esta ciudad, que por fortuna pudo enviar a su periódico desde la propia ciudad, suponemos que telefónicamente por alguna agencia de prensa inglesa intermediaria. Las cosas se estaban poniendo feas, y los pocos reporteros o enviados republicanos del Socorro Rojo, entre los que se encontraba la fotógrafa Tina Modotti, organizaban la huida. Koestler, según cuenta, iba también en el coche del coronel Alfredo y su familia, con Gerda, pero se bajó repentinamente para irse con Sir Peter que había quedado solo en su casa "Villa Lucia". Algo muy poco creíble, menos como lo cuenta Koestler, que viene a decir que se tiró repentinamente del coche. ¿Entonces para que tantas instrucciones?, digo yo. ¿Tanto le impresionó Sir Peter, al que acababa de conocer? ¿O es que quería sufrir una pasión como la de Jesucristo? Quizás pensaba que Bolin no le iba a pillar. Todo muy raro. ¿Qué pintaba un reportero sospechoso y como digo conocido, agazapado en la casa de un inglés, aún más conocido y que para más inri escondía un primo de Luis Bolin, llamado Tomas Bolin, militar, buscado por los republicanos de Málaga. Estaba claro que el primer sitio donde Bolín iría, es a ver a su pariente en la casa de Sir Peter. Como así fue.

Gerda, llegó a Valencia tras contemplar "La desbandá" de la carretera de Motril, reveló sus fotografías, escribió varios artículos que mandó cuando la censura militar republicana se relajó en el asunto malagueño, asunto que le costaría el puesto y un proceso nada menos que al subsecretario del Ejército, general Asensio (3). Después partió para Barcelona desde donde tomó avión para Bilbao, frente en el que ejerció de reportera al parecer poniéndose en continuo riesgo, especialmente en sus visitas al Cinturón de Hierro. Posteriormente regresó a Madrid y es probable que visitara los frentes durante la batalla de Brunete. Gerda Grepp hubiera quedado en el olvido si no hubiera sido por la escritora Elisabeth Visilie que con harta paciencia reconstruyó la vida de esta heroína noruega en su libro "Ved Fronten" (En el frente).

(1) El caso es que se cree que de esta reunión salió la probable idea de Koltsov para que que Gerda acompañara a Koestler a Malaga, casi, casi como si fuera una misión de espionaje de Koestler que necesitara una ayudante para cubrir las apariencias. Pero a mí me parece que simplemente coincidió que ambos querían ir al frente malagueño, Gerda aprovechó las influencias de Koestler para obtener visados lo que de paso daba cobertura periodística al húngaro, y luego Koestler, que tenía mucha imaginación para el drama, adorno su, sin duda, terrible experiencia en Malaga y en Sevilla, con estas milongas de yo me quedo que tengo una misión y tu vuelves a Valencia con estos mensajes... Es una opinión.

 (2) En la detención de Koestler por Bolín, responsable de propaganda franquista al que Koestler había ridiculizado con motivo de un reportaje sobre Quiepo de Llano, y que lo odiaba a muerte y había jurado vengarse. En esa tesitura, digo, fue detenido Koestler en casa del inglés por Bolín acompañado de falangistas armados con pistolas ametralladoras muy al gusto de estas partidas e la porra, y el propio Chalmers-Mitchell también fue detenido y pudo haber perdido la vida, ante el iracundo Bolín que era oficial honorario de la Legión y tenía permiso para llevar el uniforme, en una tensa situación con unos diálogos estremecedores que anunciaban sangre.

(3) Asensio, el general subsecretario como él mismo se nombraba (Cordon dixit), pasó por ser el principal responsable de la desastrosa política militar republicana, dicen, en relación con la organización política y militar del semi-cantón independiente de Málaga. Pero es una visión poco fundada, ¿Qué se podía enviar a Málaga?, ¿armas?, de dónde las iba a sacar Asensio que se encontraba inmerso en batallas de desgaste en el frente de Madrid, La carretera de la Coruña, el Jarama, etc... ¿Tropas?, igualmente, ¿de dónde las iban a sacar? se mandó lo que se pudo y al final, unas brigadas Mixtas una de ellas internacional para taponar la enorme brecha que iba a dejar previsiblemente la retirada republicana por la carretera de Motril, "La desbandá". El gobierno de largo Caballero era muy consciente de que Málaga se perdía, de que Málaga era una causa perdida desde que los rebeldes se afianzaron en Granada. Y la culpa fue siempre del Frente Popular local, socialistas, comunistas y republicanos, más el agitado mundo anarquista, especialmente intratable en Málaga. No fueron capaces de encarar la situación con realismo. Primó el equilibrio entre fuerzas políticas sobre la disciplina militar y el mando único, cosa que el coronel Villalba, enviado por el gobierno, tenía imposible realizar, como el general Llano de la Encomienda en el Norte tampoco pudo encarar. Pero el problema era político, una falta escandalosa de visión realista de la situación que necesitaba con urgencia medidas draconianas y numantinas, dado el abandono que el gobierno central se vio obligado a adoptar por falta de recursos y la mala disposición estratégica en que la ciudad había quedado. ¿Y quien se encargaba de eso? Cualquiera que hubiera adoptado medidas de ese tipo a finales de 1936 y principios de 1937 hubiera provocado una pequeña guerra civil entre republicanos como pasó en Valencia con la guerra de las Naranjas en octubre de 1936 con decenas de muertos entre la columna de Hierro y la Guardia Popular Antifascista, o en mayo del 37 en Barcelona. Málaga siempre estuvo perdida, por mucho que testigos presenciales como Gerda Grepp, y otros relatores criticaran tanto a las autoridades republicanas centrales como a las locales. El pacto político del Frente Popular, funcionó militarmente en Madrid, en Málaga no, todo lo contrario, imposibilitó toda posible defensa.

Gerda Grepp en la wikipedia

Tomado de https://es.wikipedia.org/wiki/Gerda_Grepp el 05/07/2021

Gerda Grepp (Oslo, 26 de mayo de 1907 - ibídem, 29 de agosto de 1940) fue una periodista y traductora noruega considerada, junto con Lise Lindbæk, como las primeras mujeres noruegas corresponsales de guerra.1

Biografía

Nacida Gerda Johanne Helland Grepp,2​ fue hija del expresidente del Partido Laborista Noruego Kyrre Grepp y de la periodista Rachel Grepp.3​ Aun muy joven se casó con Mario Pietro Mascarín, con quien al parecer tuvo tres hijos, antes de divorciarse de él y tomar la decisión de viajar a España en 1936, como corresponsal y fotógrafa del periódico del Partido Laborista noruego Arbeiderbladet en la Guerra Civil Española, fecha que la sitúa como primera mujer noruega del periodismo bélico. Tras desembarcar Barcelona en octubre de ese año, se trasladó a Madrid donde se integró en el grupo de intelectuales antifascistas participantes en el II Congreso Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura. En Madrid también coincidió con André Malraux y Ludwig Renn, con el que estuvo en el frente de Toledo. También colaboró con otros corresponsales noruegos en España, como Nordahl Grieg y Nini Gleditsch,4​ para la instalación de proyectos sanitarios como el hospital sueco-noruego de Alcoy.5​ Durante su estancia en Madrid mantuvo al parecer una relación sentimental con el periodista Louis Fischer, amigo de Negrín y en abierto desacuerdo con la gestión de ocultación de datos propuesta por el comisario de Moscú Mijaíl Koltsov.3

Tras el anuncio por el alto mando republicano en Valencia de la ofensiva de Málaga, Gerda salió para la capital andaluza en enero de 1937 junto con Arthur Koestler, corresponsal del periódico británico News Chronicle.6​ La periodista noruega saldría de la ciudad el 6 de febrero, poco antes de que fuera arrasada por las tropas italianas aliadas del ejército sublevado,7​ y de que Koestler fuese arrestado y posteriormente canjeado.a68

En mayo de 1937, la Grepp se trasladó al frente norte donde pasaría varias semanas visitó las líneas defensivas del Ejército Vasco Republicano, el llamado ‘Cinturón de Hierro’, y presenciando la batalla de Bilbao.9​ Enferma de tuberculosis, tuvo que abandonar la zona de guerra y regresar a Noruega. Murió a los 33 años de edad, como consecuencia de esa enfermendad, en la Noruega ocupada por los alemanes el 29 de agosto de 1940. Fue enterrada en el cementerio de Vestre Gravlund, en Oslo. 34

Notas

Gerda Grepp escribió cinco reportajes sobre la guerra en Málaga. El primero de ellos se publicó en el periódico para el que trabajaba, el Arbeiderbladet, el día 5 de febrero. Los cuatro restantes los escribiría en Valencia, pero su publicación fue retenida por la censura republicana. Según el relato de su biógrafa Elisabeth Vislie, al abandonar Málaga en un coche oficial, el pánico ante la inminente ocupación fascista había inundado la carretera de Almería de personas que huían de la ciudad. «En el bolso lleva una nota de papel escrita por Koestler. Allí había apuntado un número de teléfono de Londres. Cuando llegara a Valencia tendría que llamar al redactor de noticias internacionales de su periódico, el News Chronicle, e informar de que Málaga había caído y que Koestler se había quedado».

Referencias

Yraola, Aitor (1994). «Noruega y la Guerra Civil Española, 1936-1939: Noruega en el período anterior a la Guerra Civil». Iberoamericana (1977-2000) 18. Jahrg., No. 3/4 (55/56), pp. 82-102. Consultado el 28 de marzo de 2019.

Bibliografía en Noruego

Gerda Greep en Málaga. Vídeo.

Video Cap XXXIII. Extranjeros en la guerra: Gerda Greep. Paseando por la Hª de la G.Civil en Málaga. Del proyecto Paseando por la historia de la Guerra Civil en Málaga.