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Fátima de Madrid

¿Astrónoma? S. X-XI

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Córdoba. Nacida en Madrid  (X-XI)

Tomado de Calendario Astrónomas que hicieron historia. 2009.  http://www.astronomia2009.es/Documentos/ELLA/Calendario_Astronomas_alta-resolucion.pdf  Página vista el 15 de Marzo de 2009

Astrónoma musulmana de los siglos X-XI, era hija del también astrónomo y polígrafo Maslama al-Mayriti, cuyo nombre significa “hombre de Madrid”. Escribió numerosos trabajos, conocidos como

“Correcciones de Fátima”. Trabajó junto a su padre en sus investigaciones astronómicas y matemáticas.

Juntos editaron y corrigieron las Tablas Astronómicas de al-Khwarizmi, ajustándolas al meridiano de Córdoba y situando el ‘Centro del Mundo’ en la capital del Califato, como referente para todos los cálculos. También trabajaron sobre calendarios, el cálculo de las posiciones verdaderas del Sol, la Luna y los planetas, tablas de senos y tangentes, Astronomía esférica, tablas astrológicas, cálculos de paralaje, eclipses y visibilidad de la Luna.

Gran parte de su vida transcurrió en Córdoba, entonces centro del saber mundial.

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Dejemos en paz a Fátima y disfrutemos con Simpatía

Tomado de http://www.miradamatematica.com/ . Página visitada el 11 de Julio de 2009. Por Ángel Requena Fraile

La cultura en lengua española tiene una enorme deuda con su Enciclopedia Espasa. Esta obra inmensa y ambiciosa, actualizada durante muchos años, ha sido la fuente de consulta y referencia obligada para cualquier estudioso. Una biblioteca que tuviera el Espasa era de otra dimensión que si no disponía de ella.

Solo nos viene a la mente para comparar La Británica o La Enciclopedia de Diderot-D´Alembert. Salvando las distancias en el tiempo y el espacio, nuestra Espasa ha cumplido admirablemente con su papel de fuente de consulta sólida y fiable.

Pero en todo proyecto tan ambicioso hay erratas, algún pillo o algún copista poco cuidadoso. Lamentablemente en historia de la ciencia se coló uno de esos pícaros. Así se crean unos mitos –no documentados, ni arropados por otras fuentes, que se refieren a personajes que no deberían estar en las historias más que como mitos.

El padre de la historiografía de la ciencia en España –Francisco Vera- ya nos puso en guardia cuándo investigó sobre un geómetra, obispo de Calahorra de la época visigótica, llamado Luciniano que no aparece más que en el Espasa.

Con Fátima, la docta hija de Maslamá el madrileño, nos encontramos con algo parecido a lo que ocurre con Luciniano. No hay más referencia, no hay fuente original o fiable en la que apoyarse.

Reproducimos la ficha del Espasa:

"FATIMA. Biog. Astrónoma madrileña, hija del celebre astrónomo Mosama-ben-Ahmed el-Mageritti (el madrileño), escribió notables trabajos sobre astronomía que la hicieron celebre a fines del siglo X de nuestra era (IV de la hégira), en la Aljama de Madrid, donde eran conocidas como correcciones de Fátima, y ayudo a su padre en la redacción de varias obras, entre otras, el Tratado sobre el Astrolabio, que se conserva en el monasterio de El Escorial".

Espasa Tomo 23

Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo Americana 1924-1994

Hubiera sido maravillosa la existencia de una aljama madrileña efervescente de debates astronómicos donde brillara Fátima. Nos permitimos dudarlo. Quizá si nuestro imaginativo redactor hubiera escrito Córdoba en lugar de Madrid sería algo más fiable, tal como han hecho las editoras del calendario. (Ver referencia 1/2, más arriba)

Maslamá si es una figura histórica incuestionable, que a sus trabajos científicos añade la introducción temprana en al-Andalus de las Encíclicas de los hermanos de la pureza. Estas cartas –no se alarme nadie- no so textos integristas sino todo lo contrario: las personas puras pueden conciliar fe y razón, o dicho de otra manera, el conocimiento y el pensamiento son una obligación.

La historia de las mujeres en la ciencia no necesita de la fantasía inventiva para reafirmarse. Nuestro Lope de Vega lo expreso de forma clara y primorosa en su Comedia famosa de la doncella Teodor:

Que no saber las mugeres

más letras que el hombre, es causa

no enbiarlas como al hombre

a las escuelas muchachas.

que si en las Universidades

entrar mujeres se usara

las cátedras fueran suyas,

pero ellos temen su infamia.

Puestos a imaginar prefiero la historia de la esclava Simpatía de las Mil y una noches, que vence a todos sus sabios oponentes –despojándoles de su manto- en todas las ciencias de su época. No sabemos en quien se inspiró el anónimo (o anónimos) autores de los cuentos, pero esta historia de ficción es sin duda más real e influyente que la de Fátima de Madrid.

Hay muchas –y deliciosas- historias que rastrear, entre ellas se encuentran las invenciones de personajes. Las Iglesias Cristianas sabe mucho de esto: muchos edificios están dedicadas a santos inexistentes. Quizá por ello los argumentos se desdoblan en dos ramas, una desmitificadora basada en la investigación y otra conservadora, tolerante con las creencias populares justificándolas en que para el pueblo ingenuo las narraciones son edificantes aunque no se ajusten a la verdad.

Así sabemos que no existe San Jorge, o que Santiago no está enterrado en Compostela porque nunca estuvo en Hispania. Y lo que más nos acerca a Fátima: Santa Catalina de Alejandría no existió, pero su biografía de mártir se inspira en la vida y martirio de Hipatia de Alejandría. Una triste paradoja: la mártir pagana de la ciencia se reencarna en santa cristiana.

La ciencia no necesita inventarse un pasado, debemos disfrutar de la fantasía pero no mal usarla.

Ángel Requena Fraile

Melilla. Febrero, 2009

Posdata.

Estas líneas- escritas hace tiempo- se han desenterrado al ver a Fátima en un bonito calendario del Año de la Astronomía. A dicho calendario pertenecen las reproducciones.



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