José Martínez Álvarez de Sotomayor

POETA 

Tomado del Canal Alma Campesina que dirigía Luis Cuevas López   en Jubilatas.com. Site desaparecido.

ROMANCERO DEL ALMANZORA

Era un arrogante mozo
de guitarra trovadora
alegre y madrugador
como el canto de la alondra
con blasones de hidalgo
de solera labradora
y rostro enjuto y moreno
como el trigo de Cantoria
que andaba de feria en feria
jinete en su jaca torda
por las ciudades y villas
del valle del Almanzora.

En parangón a este mozo,
era otra joven hermosa
con hogueras en los ojos
y la fresccura en su boca
que en los días domingueros
y fiestas de la Patrona,
se destacaba en los bailes
por lo gentil y graciosa
entre las mozas más lindas
del valle del Almanzora.

Y pasó lo que es corriente
entre un mzo y una moza;
que se vieron, se gustaron
que a la pasión de una copla
comenzaron las palabras
a engarzarse unas con otras
y duraban los coloquios
de las citas amorosas
en una reja con flores
hasta las más altas horas.

Al despertar del lucero
primer albor de la aurora,
trovador en su guitarra
sembrando líricas coplas
se iba el arrogante mozo,
y allí quedaba la novia
sin dar sus brazos al sueño
por esperar en las sombras
que en los hierros de su reja
vibrara la última copla.

Eran coplas de romance
de costumbres labradoras
en su rústico decir
de expresión dulce y sonora
con olor a hierba buena
geranios y malvarrosas.

Siguieron las largas citas
y las cancioneras coplas
y pasó lo que es corriente
que suceda en estas cosas
que cruzan buenas palabras
y median mejores obras;
que pasados unos meses
con el derroche y la pompa
jamás visto en los contornos
se celebraron las bodas
del trovador de romances
con la más castiza moza
nacida en las tierras fértiles
del valle del Almanzora.

Yo vi la feliz pareja
ya celebradas las bodas
ella a grupas y él en silla
jinete de su jaca torda
a galope por el río
perderse en la espesa fronda
de ese verde incomparable
del valle del Almanzora.
........................
........................
Pasados ya muchos años
de esta relatada historia
en uno de los insomnios
de mis noches azarosas
que a la vez de los luceros
contaba todas sus horas,
en la vigilia del sueño
y envueltas en luz las sombras
vi al romancero dichoso
con el traje de sus bodas
poner en mis propias manos
un rollo de blancas hojas
diciéndome así: Poeta:
Toma estas sencillas coplas;
tú que saber hacer versos
dales expresión y forma;
hilvana en tu fácil rima
con narraciones graciosas
los ejemplos y enseñanzas
de sus sencillas historias
y sé por mí el "Romancero
del valle del Almanzora".

 

GRATITUD

Los cantos son variados en sus más extensos aspectos, pasando de la exaltación a la dura crítica de los señores explotadores; de la risa de un labrador a la historia dramática de unos hijos; de los exhuberantes frutos de un árbol a la sequía de unos grandes campos.
El poeta, como ya he dicho, intenta hacer una poesía moralizaddora, intenta ayudar al campesino que a veces no se da cuenta de la enorme presión por un lado que ejercen sobre él los señores, faltos de sentimientos; y por otro la pérdida de algunas de las costumbres que lo definían como caballero. Por su pequeño mundo discurren personajes tan variados y tan distintos como Francisca la labraora, Mari Pepa, el tío Antonio el leonor, Juana la Caporra.........Todos ellos envueltos de su misterio y el de la propia tierra;
personajes reales en situaciones reales, llenas de vida.
Termina su obra con un epílogo al que llama Gratitud, a esas gentes del campo, su campo. Esas gentes que ha visto vivir, que le ha despertado al poeta el sentimiento, que ha visto su nobleza y que ha sabido comprender. Ha pasado por tres generaciones de poetas y en las tres ha visto la herencia de la nobleza campesina. La estirpe de los caballeros continúa.

GRATITUD

Señores del campo,
nobles caballeros
de las amplias vegas
de mi amado pueblo:
Yo viví en mi infancia
con vuestros abuelos
las tranquilidades
de tan gratos tiempos
cuando los señores
de rancio abolengo
y los hortelanos
y los aparceros,
unos y otros eran
een mutuo respeto
iguales de nobles
y de caballeros.
Se tenían casriño,
se tenían afecto,
se guardaban velas
para sus enfermos,
se llevaba luto
por los propios muertos
y eran en acciones
y sanos ejemplos
como una familia
bajo el doble techo
de la casa grande
y el hogar pequeño.
Yo, por suerte mía,
alcancée esos tiempos,
y aunque aquellos hombres
todos se murieron,
seguí con los hijos
hasta hacerse viejos,
y ahora, yo el anciano
trato con los nietos,
unos y los otros
en comportamiento
dignos de los padres
y de los abuelos.

Y haciendo justicia
y hablando sincero,
diré que en cumplidos
formales y serios
y en sentires nobles
y en ser caballeros,
nadie tan a colmo
como mis labriegos.
Quizá mis sentencias
sonarán a hueco
en algunas almas
de enconados pechos;
pero allá en el fondo
de su fuero interno,
sobre sus conciencias
tendrán que hacer eco
estas realidades
de mis sentimientos.
....................
....................
Yo sé bien sabido
que a vosotros debo
lo que he disfrutado
de paz y sosiego.
Yo puse mi hacienda
de cortos linderos
y en ella vosotros
haciendo barbechos
disteis a sus surcos
vuestra sangre hirviendo
y el afán del alma
y el sudor del cuerpo.
Y por bien nacido,
y porque os adeudo
esa larga cuenta
de agradecimiento,
pagué vuestras obras
con mis pobres versos.
Y sigo rimando,
y sigo encendiendo
brasas en cenizas
de apagados fuegos
con las rojas llamas
de mis pensamientos
templando esas rimas
que forman mis versos.
Versos en encomio
de mis aparceros;
que aun con las mudanzas
que nos trajo el tiempo,
llevan en el fondo
de sus sentimientos
la herencia de sangre
del prócer labriego,
¡Verdadera estirpe
de los caballeros¡


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