Ronda, Málaga (1855-1933) Flamenco-Cante y toque. En su juventud contrabando.
Tomado de El Arte de vivir el flamenco. http://www.elartedevivirelflamenco.com/cantaores70.html página vista el 26 de diciembre de 2012. En la misma hay interesante material gráfico y un audio con cante de Manolo Caracol en que la homenajea.ANA AMAYA MOLINA, Nombre artístico de ANILLA LA DE RONDA. conocida también como ANIYA LA GITANA, nacida en Ronda, (Málaga), 1.855-1.933. Cantaora y guitarrista, por lo que acostumbraba a cantar acompañándose ella misma con su guitarra. En su tierra natal actuó en los cafés cantantes Fornos, La Primera de Ronda, y El Pollo, donde se cuenta que conoció a D. Antonio Chacón, y a la cantaora rondeña Paca Aguilera, con los que volvió a coincidir, en1.890, en el Café de Chinitas, de Málaga. Otras anécdotas en su vida que dán razón a sus valores artísticos, son los siguientes: Pastora Imperio en su primera actuación en el Teatro Español, de Ronda, solicitó insistentemente conocerla, regalándole una bata de cola; la Reina Victoria Eugenia, con motivo de una fiesta íntima para la familia real, en la que cantó Anilla la de Ronda, obsequió a la artista con un mantón de Manila; y Federico García Lorca la citó, entre otras figuras del cante, en su conferencia "Importancia Histórica y artística del primitivo cante andaluz llamado Cante Jondo", leída en Granada, en 1.922.
En 1.930, con setenta y cinco años,
fue la figura más admirada de la semana Andaluza, en la Exposición
de Barcelona, que tuvo lugar en el Pueblo Español de la ciudad
condal, acaparando la atención de la prensa y del público, y
cantando y bailando acompañada a la guitarra por Ramón Montoya.
Entre los muchos reportajes que con tal motivo le dedicaron,
creyendo que contaba ochenta y ocho años, destaca el aparecido en
ESTAMPA –24-6-1.930-, firmado por D. José Benavides, en el que se
narran algunos de sus recuerdos, como su dedicación al contrabando
en su mocedad, sus éxitos en los cafés cantantes sevillanos, entre
ellos El Burrero, y el Siete Revueltas de Málaga, así como con el
torero Lagartijo y con el general Contreras.
El periodista, que la
denomina "la reina de los gitanos", reseña: "La casa
donde vive ANITA AMAYA, en Ronda, es un lugar de
peregrinación. El Juez, el Alcalde, el Boticario, el registrador,
Damas de alta y baja alcunia, todos desfilan por su vivienda, archivo
de sabiduría popular. Diariamente, desde Barcelona, se telegrafía
al secretario del Ayuntamiento de Ronda, diciendo que la anciana
gitana come bien, duerme poco y bebe mucho. También se telegrafía a
los gitanos, que, impacientes ya, piden que regrese. Pero ella no
quiere marcharse. Núñez de Prado, en sum obra Cantaores Andaluces,
le dedica un capítulo, en que glosa su cante por –Soleares y su
vida "Esclava del amor", del que transcribimos el siguiente
párrafo: "Ella siente el Arte como el corazón que más lo
sienta, concibe la belleza como el cerebro constituido para
concebirla mejor, siente las grandiosidades de ese arte, como el alma
que con más intensidad pueda sentirlas, pero su corazón, su cerebro
y su alma, absolutamente humanos, en toda la hermosa acepción de
esta palabra, sólo ven en su arte un vehículo para enviar desde sus
entrañas al infinito toda la expresión de su exquisita ternura, de
sus ansias de goces, de sus sueños de amor, de su ambición de
cariño, ambición que guarda la primera y tal vez la sola finalidad
de subida, ambición que mueve todos sus actos que impulsa los
resortes de su organismo. Eso es lo que la ha hecho más simpática
aún mas que sus mismas cualidades para el cante, y a eso se debe, en
primer término, los triunfos artísticos que ha logrado y los
aplausos que ha obtenido. Otra importante glosa de su personalidad
artística, la constituye el poema que le dedicó José Carlos de
Luna, en su libro El Cristo de los Gitanos