Baelo Claudia (Tarifa, Cádiz). Siglo I-II d.C. Potentada Romana
La losa aparecida en junio de 2019 en la que se ve el nombre de Junia Rufina. Museo de Baelo Claudia
Estatua destinada a Junia Rufina
La mujer que revoluciona Baelo Claudia Virginia León
Aquí yace Junia Rufina, la enigmática y poderosa romana de Baelo Claudia Jesús A. Cañas
El hallazgo de la inscripción y el monumento funerario de la poderosa Junia Rufina plantea acceder por la necrópolis y ponerla en valor
Tomado de https://www.diariodejerez.es/ocio/mujer-revoluciona-Baelo-Claudia_0_1282671791.html Vista el 13-12-2021
Virginia León Cádiz, 16 Septiembre, 2018 - 01:42h
Junia Rufina tuvo que ser una mujer realmente influyente en la ciudad romana de Baelo Claudia. Tanto, que poco antes de entrar por la puerta principal, por la Puerta de Carteia, se levantaba, imponente, un monumento funerario en honor a su memoria de cuatro metros de altura y flanqueado por unas bellas columnas y capiteles corintios de mármol importados. Tanto que ella misma fue la promotora de este singular edificio excavado recientemente en el conjunto arqueológico, ni su esposo ni sus familiares como era tradición, sino ella misma. Hasta el pasado mes de junio sólo se conocía de esta fémina la escultura togada tardorromana sin rostro localizada en 2004 y que está expuesta en el museo del edificio, pero la reciente aparición de una inscripción única en Hispania por haber mantenido intactas todas y cada una de sus letras en bronce ya nos avanza que la aristócrata Junia Rufina tuvo y mantiene su gran poder. El de revolucionar Baelo Claudia hasta el punto de proponer el anhelado cambio en el circuito de visitas con la entrada por su puerta natural tras pasar por su necrópolis, la modificación de la musealización del edificio y la puesta en marcha de una muestra temporal para contextualizar y mostrar a sus miles de visitantes el hallazgo liderado por Fernando Prados, del Instituto de Arqueología y Patrimonio Histórico de la Universidad de Alicante.
Iván García, arqueólogo del conjunto, narra la sorpresa que supuso localizar la inscripción intacta, tras el gran impacto -cuatro metros abajo- que sufrió como consecuencia del terremoto que azotó la hermosa ciudad romana en el siglo IV d.C. Un tremendo temblor que derribó parte de la ciudad, pero que también catapultó la inscripción hasta el punto de mantenerla a salvo del expolio, haciendo de ésta una pieza única en toda Hispania.
En la gran pieza, "que fue levantada por una empresa especialista" se indica que fue "hija de Marco", y aparece en diminutivo su apellido, Ruf, "en referencia a las familias de linaje fenicio púnica". Actualmente está en proceso de conservación y restauración, además de analizarse "el bronce por si mantiene pan de oro" y el estuco "por si conserva policromía", señala el arqueólogo de Baelo Claudia frente a la pieza conservada en uno de los laboratorios del centro. Muy cerca y musealizado se encuentra su torso togado, mientras que el resto del conjunto funerario del que un día formó parte se levanta junto a la entrada por puerta Carteia, que era donde se enterraban a los poderosos. "Así eran las necrópolis romanas, se accedían a las ciudades por la vía sepulcral y veían quiénes eran los más poderosos". Y es que la enigmática Junia Rufina tuvo que serlo y de ahí la importancia de excavar su mausoleo al completo, "queda un 30 por ciento por excavar y sería interesante para contextualizar y entender todas las fases", explica el arqueólogo. Para ello es necesario que la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía dé el visto bueno a la prórroga de este Proyecto General de Investigación sobre la necrópolis de Baelo. "Aún no ha aparecido el altar del monumento, ni el rostro de Junia, o lo mismo hay más sepulcros de su familia, si tuvo". De apostar por el proyecto, "tendríamos la oportunidad única en todo el Mediterráneo de acceder a una ciudad romana por su necrópolis. Como en Pompeya", dice Fernando Prados, director del proyecto.
En torno a la necrópolis también han documentado un fenómeno interesante vinculado a la relevancia de la mujer que lo habitó. "Durante siglos continuó cierta memoria histórica en torno a la importancia del sitio, de modo que a día de hoy se ha formado como una especie de área sacra". De hecho han documentado ya siete sepulturas y hay otras siete más con inhumaciones tardías. "No era necesariamente por vínculos familiares sino porque buscaban lugares importantes donde enterrarse".
Así que el objetivo es terminar de excavar el conjunto funerario y conexionar con la antigua puerta de Carteia, cuyo camino también está por excavar. "Sería el único decumanus máximus completo de toda Hispania", explica.
El recorrido arrancaría cerca al mausoleo de Junia Rufina, donde se observan dos espacios, "uno diáfano y abierto que era una especie de jardín funerario donde los familiares venían a rendir culto; una plataforma sobre elevada con podio de acceso y flanqueada por columnas de mármol, en cuyo interior estaba la escultura, probablemente junto a un nicho con la urna con los restos de incineración". En la parte ajardinada se ven los geotextiles que cubren "restos de rituales de comensabilidad, pues los familiares se tomaban un refrigerio cuando venían a rendir memoria a sus muertos". Junto a este monumento hay otro de mayor extensión que no parece a priori tan rico en materiales, aunque "está recubierto de estuco".
Un descubrimiento que, en nombre de Junia Rufina, pondría en valor a la ciudad junto a una necrópolis hasta ahora desconocida, lo que sería todo un paradigma para la cada vez más esplendorosa ciudad de Baelo Claudia.
El hallazgo de la inscripción del mausoleo de Junia Rufina ha sido la guinda del proyecto que Fernando Prados -del Instituto de Arqueología y Patrimonio Histórico de la Universidad de Alicante- ha liderado durante años en Baelo Claudia. Ahora, la propuesta que hacen a la Junta para prorrogar este proyecto de investigación en torno a la necrópolis de la ciudad romana propone dos ideas. La primera, la integración en el museo del edificio de los elementos arquitectónicos localizados que pueden sufrir más a la intemperie, como son la escultura de Junia Rufina, los capiteles corintios y el epígrafe único en Hispania. Y la segunda, la reproducción del monumento en el yacimiento, "que puede hacerse con reproducciones en 3D, en látex y con materiales nobles", o bien "con una restitución virtual para mostrar cómo era el mausoleo", propone Prados. "Ya depende de que la Junta apruebe el proyecto y del presupuesto". Esto supondría un cambio sustancial en un circuito que ya suma diez años, "pues los yacimientos deben ser dinámicos".
Localizan en Cádiz un mausoleo único en Hispania por conservar inscripciones en bronce y por estar dedicado a una importante mujer.
Tomado de https://elpais.com/cultura/2018/08/24/actualidad/1535120746_774041.html Pagina vista en 2021.
Cádiz - 24 ago 2018 - 18:57
Junia Rufina fue una mujer muy poderosa. No necesitó ser madre o mujer de ningún romano. Fue por méritos propios. Su espectacular tumba en el yacimiento de Baelo Claudia (Tarifa, Cádiz) solo habla de ella. En honor a esta noble romana se levantó un excepcional mausoleo con inscripciones de bronce y los mejores mármoles. Debió impactar al que lo viese en pie, allá por el II siglo de nuestra era, y 1.800 años después vuelve a sobrecoger. Si Junia quiso dejar clara su importancia, lo consiguió con creces. Su sepulcro se ha convertido ahora en uno de los hallazgos más sobresalientes de la Hispania romana por ser la única tumba dedicada a una mujer por sí misma y por conservar la inscripciones original en bronce con la que fue concebida.El singular descubrimiento se produjo el pasado 4 de junio, en el transcurso de unas excavaciones en la necrópolis de Baelo Claudia (ciudad romana desde el siglo II a.C.), y ha sido presentado la mañana de este viernes. “Es espectacular, un hallazgo excepcional”, reconoce Fernando Prados, director del proyecto investigador y profesor de Arqueología de la Universidad de Alicante. Es “una prueba del poder femenino en la época”, tal y como ha resumido el consejero de Cultura de la Junta de Andalucía, Miguel Ángel Vázquez, en la presentación. El propio estado de conservación de la inscripción de bronce la convierte en un hallazgo romano inédito en España.
La tumba de Junia Rufina se encontraba en el punto más cercano a la puerta de la ciudad, un lugar reservado para el enterramiento de las personas más destacadas. Allí mismo apareció hace dos décadas una importante escultura femenina togada desconocida que no conservaba la cabeza y que hoy se expone en el museo del Conjunto Arqueológico de Baelo Claudia, tal y como reconoce Iván García, arqueólogo del espacio. Los investigadores -integrados también por las universidades de Granada, Murcia y Madrid- albergaban esperanzas de encontrar algo destacado, pero el hallazgo ha superado sus expectativas.
Ahora han podido poner nombre a esa escultura aparecida hace 20 años. “Ha sido una sorpresa. La tumba más cercana a la puerta, la más grande e importante y de una mujer”, añade Prados. No es la primera vez que en España aparece un enterramiento romano dedicado a al sexo femenino, pero en esta ocasión ha sido distinto. “Normalmente, hacen referencia a que era mujer o madre de alguien, en este caso no. Era una mujer importante por sí misma”, detalla el profesor de Arqueología. García añade: “Es el primer monumento en Hispania cuya promotora es una mujer y con este tamaño”.
“Para los dioses Manes de Junia Rufina, hija de Marco”, reza en la lápida, encontrada con letras de bronce engastadas y siguiendo la pauta habitual de las inscripciones funerarias romanas. Y precisamente la conservación de estos caracteres es otra de las causas de la excepcionalidad del hallazgo. El uso del metal para la realización de las inscripciones era común en tiempos romanos.
Sin embargo, no es nada usual que esta técnica llegue intacta hasta nuestros días. “No hay ninguna pieza en la que tengamos un epígrafe con letras de bronce completo. La gente los solía expoliar. Normalmente se conserva solo la huella, pero en este caso no, está completo. Entre letra y letra se conservan hasta las interpunciones (caracteres a modo de puntos que se insertaban entre algunas letras)”, explica Prados en referencia a un hallazgo único en la antigua Hispania hasta ahora.
El motivo de este extraordinario estado de conservación radica en un hecho catastrófico que destruyó la ciudad de Baelo Claudia en torno al siglo IV de nuestra era. “Un terremoto dejó todo sepultado, como una pequeña Pompeya, y se quedó así hasta hoy. Es una suerte, la gente solía expoliar en tiempos de necesidad”, reconoce el director de la investigación. El temblor hizo que la losa con la inscripción cayese bocabajo sobre el pavimento de la necrópolis. Los arqueólogos han localizado incluso monedas del 340 d.C. que, al caer, quedaron atrapadas entre el suelo y la inscripción.
En las excavaciones han aparecido más piezas que muestran la grandiosidad del monumento funerario. Además de la inscripción en bronce y la escultura ya localizada anteriormente, los arqueólogos han localizado piezas de mármol de importadas. “Se trata de un conjunto de gran monumentalidad, donde han aparecido columnas y capiteles corintios y otros elementos decorativos de un sepulcro que refleja el esplendor y la brillantez artística de esta ciudad hispanorromana”, explica el consejero.
El valor del hallazgo, que incluye restos óseos, radica también en las posibles vías de investigación que se abren para resolver la incógnita de quién fue Julia Rufina y por qué llegó a ser tan importante. De momento, los arqueólogos tienen una hipótesis, a partir del nombre de la mujer. “Junia hace referencia a una importante diosa romana. De hecho, la escultura es un cuerpo en serie de esta diosa”, explica Prados. El apellido da más pistas, como abunda el arqueólogo: “Sabemos que es hija de un tal Marco y que Rufina es uno de los apellidos clásicos que las familias nobles de Cádiz usaron después de la conquista romana”. A partir de ahí, poco más se sabe de esta enigmática mujer.