(Badajoz, 24 de junio de 1904–Palma de Mallorca,26 de septiembre de 1942).
Dirigente Comunista. Su intervención en Andalucía, durante la guerra, se constata en Córdoba , Málaga y Almería como componente del Socorro Rojo Internacional. Fue martirizada, tras caer presa en el 39, para intentar bautizarla, pero antes de que esto sucediera optó por el suicidio.
Matilde Landa. Por Alejandra Arce
Matilde Landa, la mujer que prefirió la muerte al bautizo.
Matilde Landa en la wikipedia.
Badajoz 1904-Palma de Mallorca 1942 Comunista. Destacó como miembro del Socorro Rojo Internacional en la evacuación de Málaga 1937. Victima de la represión franquista.
Tomado de Alejandra desde el más allá http://blogs.que.es/3043/2005/09/25/matilde-landa-injustamente-olvidada-sale-luz-su-vida/ Página vista el 26 de mayo de 2012
Alejandra Arce | Domingo, 25 de septiembre de 2005
Matilde Landa injustamente olvidada sale a luz su vida
Entre una multitud de personas con nostalgia que vivieron en carne propia o indirectamente la dictadura franquista y la posguerra en ese ambiente, el salón de actos de la Biblioteca Nacional una vez más ha sacado a luz la biografía de “Matilde Landa. De la Institución Libre de Enseñanza a las prisiones franquistas”, del autor David Ginard i Ferón considerada como uno de los principales símbolos del movimiento de mujeres contra la dictadura.
David Ginard ( Palma, 1960) , doctor en historia por la Universitat de les Illes Balears, especializado en el estudio del movimiento obrero, la Guerra Civil y el franquismo, cuenta con numerosas publicaciones, ha escrito la biografía de Matilde Landa, donde rescata su infancia, adolescencia, militancia y los últimos años de su vida.
Hija del abogado Krausista, Rubén Landa Coronado, nació en Badajoz el 24 de junio de 1904, en el domicilio familiar de la plaza de San Andrés(hoy Cervantes). Matilde tuvo tres hermanos: Aída , Rubén catedrático y pedagogo amigo de Antonio Machado, Jacinta directora de la Escuela Internacional y fundadora de la Escuela Plurilingüe en el Madrid republicano fallecidos en el exilio mexicano.
Matilde pasó su infancia y adolescencia en Badajoz, donde estudió el Bachillerato, pero en 1923 se trasladó a Madrid para estudiar la carrera de Ciencias Naturales. Durante la Segunda República inició su militancia política. Ingresó en el PCE poco antes de la Guerra Civil, gracias a sus contactos con el activista italiano Vittorio Vidali ‘Comandante Carlos’ y amiga la fotógrafa Tina Modotti. Tras el golpe de Estado de julio de 1936, se incorporó a las tareas sanitarias en un hospital de guerra de Madrid. Pronto pasó al Socorro Rojo Internacional, colaborando en la evacuación de Málaga (febrero de 1937) yen 1938, a la sección de información popular del subsecretariado de Propaganda del Gobierno Republicano. Recorrió por entonces numerosas ciudades de la Península, en las cuales organizó conferencias para levantar la moral a los combatientes republicanos. En esa época conoció a Miguel Hernández quien le dedicó el poema ‘A Matilde’.
El 26 de septiembre de 1939 ingresó en la prisión de Ventas, donde realizó la tarea de ayuda a las presas condenadas a muerte a través de la famosa ‘oficina de penadas’. Condenada a la pena máxima, gracias a los oficios del filósofo García Morente consiguió que le fuera conmutada por la de treinta años de reclusión.
En junio de 1940, fue trasladada a la prisión de Palma de Mallorca, una de las más terribles cárceles de mujeres de la posguerra española, caracterizada por la masificación y la pésima alimentación. Al igual que en Ventas, Landa se convirtió de inmediato en un referente moral básico para las presas, encabezando las modestas acciones de resistencia que se desarrollaban en el penal.
Su convicción y mujer consecuente determinó que las autoridades religiosas de la prisión se interesasen de manera muy especial por su conversión al catolicismo, la cual hubiera constituido una victoria propagandística notable para el régimen. Así, desde 1941 se inició una presión para que se bautizara.
Una tarde del 26 de septiembre de 1942 cae desde una galería de la prisión, falleciendo. En la celda encontraron tres obras:Los escritos de Santa Teresa, las poesías de Bécquer y la edición completa de Quevedo.
Con este desenlace trágico de Matilde Landa, este donde este. Su hija Carmen López Landa, Jorge J. Montes Salguero Consejero Técnico de la Biblioteca Nacional y la Directora de la Biblioteca Nacional, Rosa Regás junto al autor del libro David Ginard i Ferón recordaron la importancia que tuvo la mujer en la guerra civil.
Rosa Regás enfatizó “lamentablemente y en forma reiterada la mujer ha sido condenada al silencio tras la derrota Republicana supuso el aniquilamiento de lo más avanzado de una sociedad. Una sociedad surgió con intelectuales, maestros, poetas, feministas, miles de hombres y mujeres, que de las filas del Comunismo, Anarquismo, Socialismo buscaron la manera de salir de la miseria física, moral e intelectual.
“Queremos que el siglo XXI mujeres como Matilde Landa, Trinidad Gallego, Nieves Torres, Manolita del Arco, Josefina Amalia Villa y tantas otras sean nuestro referentes y parece con la recuperación de sus autobiografías, el agua vuelve a su cause, es como si concluyéramos y comenzáramos a concluir nuestra propia memoria”, manifiesto Rosa Regás
La directora y escritora reitero que aún hoy quedan muchas historias por contar y cree que tiene el deber de alentar a todos los jóvenes historiadores para que sigan la línea que marca este libro u otros como el de Tomasa Cuevas que se presento en la Biblioteca. “Nosotros no pensemos que el trabajo esta hecho, que el tiempo esta pasado que ya no tenemos que hablar de pasado, lo único que tenemos es hablar de futuro. El futuro sin pasado y sin presente no es nada y el presente sin pasado es todavía menos”.
Carmen López Landa hija de Matilde recordó a través de cartas el legado que le dejo su madre a los 7 años se lo explicaba con lujo y detalles, ternura y firmeza en sus convicciones, que hoy en día la conmueven. “Me considero que fui privilegiada, si comparo el destino de muchos otros niños, de la guerra y de los que mi padres enviaron al exilio, como los que se quedaron en España y fueron victima del terror, represión y el hambre de posguerra. El franquismo y su mayor pilar la iglesia logro que el miedo se a apoderase de muchísimas familias y el silencios de los horrores sufridos ha durado mucho, durante muchos años.. demasiados años.
Voz entrecortada y emociona, Carmen López Landa recuerda como se entera de la muerte de su madre cuando tenia 11 años fue a través de un artículo del diario España Popular del PC de México, aparecía un gran titular ‘Matilde Landa otra víctima del franquismo’. Carmen enfatiza “se trataba de mi madre, pero quisiera aprovechar esta ocasión para decir que el mismo titular me sigue mereciendo a todas las víctimas anónimas, que dieron la vida por sus ideales, por la Republica hombres y mujeres. También a los que no murieron , pero perecieron toda clase de espantos. No es retórica es algo que siempre he llevado clavado en el corazón”.
Carmen López Landa termino su intervención con un párrafo de unas de las a cartas escrita por Matilde en febrero de 1941 desde cárcel de Palma de Mallorca, cuando aún no cumplía 10 años y vivía con sus tíos y primos en México. Carta que su madre podría haber escrito ayer mismo, aclara Carmen.
“Las guerras, las injusticias y el hambre azotan a millones de personas y los niños son las primeras víctimas inocentes, los más indefensos y vulnerables de todo el horror desencadenado. Carmencilla querida chiquinilla de mi corazón, cuanto me alegra que estas bien y contenta, el hecho que tu hayas tenido la suerte, de que te rodeen personas, que te quieren tanto y se ocupan tantísimo de ti , no te haga ser egoísta y olvidar a los niños que han tenido menos suerte que tu. Piensa en ellos y no olvides sobre todo a los que ….. ha dejado sin padres estos son los más desgraciados y los que merecen nuestra mayor atención creo que no olvidaras y quisiera que todos los días hicieras algo por ellos. Esto no es sentimentalismo ni caridad sencillamente tu obligación.
Un poema inédito de Miguel Hernández.
‘A Matilde’ de Miguel
En la tierra castellana
el
castellano caía
con la voz llena de España
y la muerte de
alegría.
Para conseguir la libertad de sus hermanos
caen
en los barbechos los más nobles castellanos.
No veré perdida
España
porque mi sangre no quiere.
El fascismo de
Alemania
junto a las encinas muere.
Para hacer cenizas la
ambición de los tiranos
caen en las trincheras los más nobles
castellanos.
Españoles de Castilla
y castellanos de
España
un fusil a cada mano
y a cada día una hazaña.
Voy
a combatir al alemán que nos da guerra
hasta conquistar los
horizontes de mi tierra.
Tomado de http://www.publico.es/politica/463229/matilde-landa-la-mujer-que-prefirio-la-muerte-al-bautizo Alejandro Torrús. Madrid. 18/08/2013 08:36. Actualizado:18/08/2013 08:44. Página vista el 28 de junio de 2012
La dirigente del PCE se suicidó en el penal de Mallorca en septiembre de 1942 el día en el que el régimen franquista había organizado su conversión al catolicismo.
Matilde Landa prefirió la muerte. La dictadura franquista ofreció a la dirigente comunista mejoras en la alimentación de los hijos de las presas del penal de Mallorca a cambio de su bautismo y conversión al catolicismo. Matilde eligió sus principios. El 26 de septiembre de 1942, día que estaba prevista la ceremonia de bautismo, Landa se precipitó por la terraza hacia el patio interior de la prisión. Se suicidó. En los 45 minutos que duró la agonía de Landa, completamente inconsciente, las autoridades eclesiásticas de Illes Balears aprovecharon para bautizarla en articulo mortis.
Minutos antes de su suicidio, Landa escribió una carta a su hija donde, de manera encubierta, se despedió de ella rogándole perdón. La ceremonia de su bautizo ya estaba preparada. "Hoy es el gran día, dicen. Doña Bárbara, otras señoras de Acción Católica y las monjitas andarán relamiéndose con el triunfo. El dolor del pecho no me deja pensar, Carmencilla; pero no creo que el aceite alcanforado alivie mi sufrimiento, porque otro dolor, más hondo, es el que me acucia(...)".
"No puedo ver sin llorar los rostros de esos niños a los que amenazan con dejar sin leche si yo no me convierto -prosigue la misiva- Tú sabes, Camencilla, lo mucho que me preocupan los niños, los más desgraciados, con sus corazoncitos, tan sensibles y tan a merced de los caprichos de los mayores. No puedo, no puedo aceptarlo. Sería como prostituirme. Ay, esos niños... ¿Será lo mío un capricho? (...) Quien sobra soy yo. (...) Espero que me sigas queriendo y que te acuerdes de mí a pesar de lo que te cuenten, a pesar de lo que voy a hacer. Que tú, mi niña, mi chiquitina, y esos pobres niños me perdonéis", escribió Landa antes de su suicidio en una carta que recoge Antoni Tugores en la obra Víctimes invisibles.
En esa misma misiva, Matilde Landa recordaba lo mucho que echaba de menos leer los versos que el poeta Miguel Hernández le había dedicado. Hernández y Landa se conocieron cuando, en 1938, la mujer formaba parte de la sección de información popular del subsecretariado de Propaganda del Gobierno Republicano y recorría la España republicana organizando conferencias para levantar la moral a los combatientes republicanos.
‘A Matilde' de Miguel
"En la tierra castellana el castellano caía con la voz llena de España y la muerte de alegría. Para conseguir la libertad de sus hermanos caen en los barbechos los más nobles castellanos. No veré perdida España porque mi sangre no quiere. El fascismo de Alemania junto a las encinas muere. Para hacer cenizas la ambición de los tiranos caen en las trincheras los más nobles castellanos. Españoles de Castilla y castellanos de España un fusil a cada mano y a cada día una hazaña. Voy a combatir al alemán que nos da guerra hasta conquistar los horizontes de mi tierra".
Eran los años en los que la popularidad de Matilde Landa crecía sin parar. Un año antes, en 1937, Matilde había sido voluntaria en el Socorro Rojo Internacional, donde colaboró en la evacuación de Málaga. Cuando estalló la Guerra, Landa se incorporó a las tareas sanitarias en un hospital de guerra de Madrid. El activista italiano Vittorio Vidali "Comandante Carlos" había señalado que si tuviera que escribir la historia de la Guerra Civil española bastaría con dos biografías: la de Antonio Machado y la Matilde.
Condenada a muerte
Con la victoria del ejército de Francisco Franco sobre la República, Matilde Landa se quedó en Madrid para reconstruir desde dentro el PCE. El 4 de abril de 1939 fue detenida mientras preparaba la huida de dos compañeros del partido. Tras ser sometida a un Consejo de Guerra, fue condenada a muerte. Antes, le habían ofrecido salir libre si renegaba públicamente del PCE. También se había negado.
Condenada a muerte, Matilde ingresó en la cárcel de Ventas de Madrid, donde permanecían alrededor de 10.000 presas. Desde dentro, con el permiso de la directora de la prisión, compañera de la residencia de estudiantes, montó la llamada Oficina de Penadas, que se encontraba en su misma celda. Se trataba de una máquina de escribir en la que Matilde escribía recursos para que sus compañeras no fueran fusiladas una vez escuchados sus casos.
En poco tiempo se convirtió en la reclusa más carismática. La joven comunista se había convertido en un símbolo de dignidad y resistencia para sus compañeras reclusas. Un amigo de la familia, cercano al régimen franquista, intercedió para que no fuera ejecutada. A cambio, el régimen la condenó a 30 años de prisión que debían cumplirse fuera de la península. Fue entonces cuando trasladaron a Landa a Mallorca. Era el mes de agosto de 1940.
Landa se convirtió entonces en el objetivo propagandístico de la Iglesia balear. Su conversión al catolicismo sería una gran arma propagandística y minaría la moral de los vencidos. No bastaba con vencer. Había que humillar y convertir a los derrotados. Matilde fue apartada del resto de presos y sólo podía hablar con Bárbara Pons, de Acción Católica, quien se encargaba de que finalmente aceptara la conversión al catolicismo. Matilde Landa prefirió la muerte.
Matilde Landa Vaz (Badajoz, 24 de junio de 1904 – Palma de Mallorca, 26 de septiembre de 1942), fue una destacada militante del Partido Comunista de España (PCE). La recuperación de la biografía de Matilde Landa, hasta entonces olvidada, se inició en la década de los años 1970, y está ampliamente documentada en el libro del historiador David Ginard i Féron, Matilde Landa. De la Institución Libre de Enseñanza a las prisiones franquistas.2Actualmente es considerada uno de los símbolos más significativos del movimiento de las mujeres contra la dictadura franquista.
Solo incluimos la introducción y facilitamos el índice de la extensa biografía que puedes encontrar en http://es.wikipedia.org/wiki/Matilde_Landa (Enlace externo)