Valencina de la concepción, Sevilla. (circa 2900–2650 A.C.). Mujer de estatus excepcional en la edad del cobre.
Representación artística de la Dama de Marfil. Miriam Luciañez Triviño.
Tomado de https://historia.nationalgeographic.com.es/a/dama-marfil-persona-mayor-estatus-edad-cobre-iberica-era-mujer_19885 Vista el 08/07/2024. El artículo se completa con abundantes e importantes imágenes
El análisis del esqueleto y la tumba de la Dama de Marfil, una mujer de la Edad del Cobre hallada en Valencina (España), revela el alto estatus que las mujeres podían alcanzar en la prehistoria ibérica.
Por Abel G.M. National Geographic. Historia. 19 de diciembre de 2023.
La persona de mayor estatus que conocemos de la Edad del Cobre ibérica era una mujer: se trata de la llamada Dama de Marfil, que vivió alrededor del año 3.000 a.C. Su tumba, descubierta en 2008 en el municipio de Valencina (provincia de Sevilla, España), posee el mejor ajuar funerario de la Edad del Cobre que se ha descubierto en la Península Ibérica.
Ahora, un equipo de investigación ha revelado que los restos de esta persona – que previamente se creía que era un hombre – pertenecieron a una mujer. Esto tiene profundas implicaciones acerca del papel de las mujeres en la Edad del Cobre ibérica y revela que podían alcanzar un estatus social igual o superior al de los hombres, transformando nuestro conocimiento e interpretación de aquella época tan lejana.
La tumba de la Dama de Marfil fue descubierta en 2008 en el municipio sevillano de Valencina, aunque por aquel entonces no se le dio este nombre ya que, para empezar, se creía que sus restos pertenecían a un hombre. Cerca de ella se encontraban las sepulturas de otras 15 mujeres, que los investigadores creen que podrían ser descendientes de ella.
Su tumba destacó de inmediato porque era la más rica y variada que se había encontrado nunca en relación con la Edad del Cobre ibérica. El ajuar contenía numerosos artículos raros y valiosos, como una daga de marfil, colmillos de elefantes asiáticos y africanos y ámbar de Sicilia, entre otros tesoros; así como objetos exóticos como huevos de avestruz. “Fue enterrada sola en una tumba con objetos muy especiales”, señala Leonardo García Sanjuan, coautor del reciente estudio sobre ella y arqueólogo de la Universidad de Sevilla. “Eso demuestra que era una persona especial”.
Durante unos 250 años después del entierro de la Dama de Marfil, se construyeron otras tumbas más nuevas alrededor de la suya, pero siempre con una distancia de al menos 30 metros, como para mantener su estatus especial. Y alrededor de 80 años después de su muerte, la gente siguió entrando en su tumba y depositando objetos votivos adicionales en el interior, incluida una daga elaborada con roca de cristal. Esto demuestra que se trataba de una persona muy importante para la comunidad que fue reverenciada durante varias generaciones después de su muerte.
El estudio que ha revelado que esta persona, que previamente se creía que era un hombre, fue en realidad una mujer, ha sido publicado en la revista Scientific Reports. La identificación se ha basado en el análisis de una proteína sexualmente dimórfica, es decir, que es diferente según el sexo del individuo.
El análisis de un molar y un incisivo detectó la presencia del gen AMELX, que produce amelogenina, una proteína formadora del esmalte. Dicho gen se encuentra solamente en el cromosoma X adicional que tienen las mujeres en su ADN, lo que indica que el individuo era de sexo femenino. Esta técnica se desarrolló hace apenas cinco años y permite identificar el sexo del individuo con mayor precisión que otras técnicas existentes previamente, lo cual resulta especialmente valioso a la hora de analizar esqueletos antiguos y en mal estado de conservación.
El estudio tiene importantes implicaciones en nuestro conocimiento e interpretación del papel de las mujeres en la Edad del Cobre ibérica. No se ha encontrado ninguna tumba semejante en su contexto; la evidente importancia de la Dama de Marfil en su comunidad – reforzada por el hecho de que siguiera recibiendo ofrendas a lo largo de varias generaciones – implica que las mujeres podían llegar a la cúspide de la sociedad y convertirse en personajes recordados por la comunidad.
Hay dos elementos que hacen aún más relevante a este personaje. El primero es que, a juzgar por la falta de ajuar funerario en los entierros infantiles, a los individuos de esta sociedad no se les otorgaba automáticamente un alto estatus por nacimiento. Por lo tanto, los autores sugieren que la Dama de Marfil alcanzó su estatus a través del mérito y los logros que hizo en vida, o bien por su aportación a la comunidad.
Y el segundo dato es que debió de hacerlo bastante rápido ya que, según creen los investigadores, se trataba de una mujer relativamente joven, aunque es difícil determinar su edad exacta ya que sus restos están muy deteriorados. Es decir, no alcanzó su estatus en virtud de la ancianidad. “La tumba de la Dama de Marfil destaca por encima de todos los demás, no hay absolutamente ningún entierro conocido de hombre o mujer que se compare con el suyo", según el investigador Leonardo García Sanjuan.
Según los expertos, este estudio es “otra prueba más que cuestiona las viejas narrativas históricas. No es verdad que fueran exclusivamente los hombres los que ostentaban mayor autoridad o eran más respetados”, señala la historiadora Alison Beach de la Universidad St. Andrews de Escocia. Algo especialmente significativo tratándose de una época de la que sabemos tan poco y que a menudo hay que reconstruir basándose en evidencias indirectas y juntando pequeños trazos de información