Celia Méndez y Delgado
(Fuentes de Andalucía, Sevilla
1885 – Sevilla 1908)
Tomado de la Página Esclavas del
Divino Corazón. Celia Méndez y Delgado
http://www.adcspinola.com/index.php?Itemid=7&id=2&option=com_content&task=view.
Visitada el 6 de agosto de 2008
Fundadora de las Esclavas del
Divino Corazón con el Cardenal Spínola
En 1994 se
inicia el proceso de su Canonización.
Celia Méndez y
Delgado nace en Fuentes de Andalucía (Sevilla), el 11 de
febrero de 1844. Contrae matrimonio a los 17 años con Paulino
Fernández de Córdoba y Vera de Aragón, Marqués
de la Puebla de Obando. Viuda a los 30 años, conoce a Marcelo
Spínola siendo éste párroco de San Lorenzo en
Sevilla. Aquí comienza su preparación para, en 1885,
fundar las Esclavas del Divino Corazón en Coria, Cáceres.
En
una sociedad en que la preparación de la mujer deja mucho que
desear, la Congregación de Esclavas se dedica a favorecer su
educación en todos los estamentos sociales de la época.
Desde Coria van a Puente Genil, y luego, tras un periodo de
dificultades, a Málaga donde se asientan y abren un colegio.
En 1893 inauguran casa y colegio en Ronda. En 1896 en Corte
Concepción, Huelva y en 1899 en Moguer. En el mismo año
de 1899 las Esclavas se instalan en Sevilla y en 1903 en Linares. En
1907 hay un intento de fundación en Murcia que no llega a
consolidarse. Esta casa se cierra poco después de la muerte de
Celia Méndez.
Tras años de infatigable trabajo y
dedicación a estas fundaciones, muere Celia Méndez en
Sevilla el 2 de junio de 1908.
Cómo era Celia
Méndez...
En sus principios.
Mujer de la alta sociedad
sevillana, a los 17 años contrae matrimonio con D. Paulino
Fernández de Córdoba, Marqués de la Puebla de
Obando. Alternó dentro de la sociedad que le correspondió
vivir, dentro de su arraigada fe cristiana. Y de sus 12 años
de matrimonio pudo decir: "He gozado de cuanta felicidad ofrece
la tierra". ·
En su madurez.
Una mujer a quien el
dolor de la muerte de su marido le abrió el horizonte de un
Dios que se le presentaba como Amor Absoluto. Que fiel a su
llamamiento lo dejó todo para seguirlo. Y que pudo afirmar con
verdad: "nunca ha vacilado en preferir a Dios".
En su
nuevo camino.
Vivió enamorada de lo que Dios quería
"Ayer oí una jaculatoria que expresa lo que deseo; dice:
Voluntad de mi Dios, yo te amo; desde entonces la he repetido hasta
en sueños". Buscó apasionadamente el querer de
Dios. Lo cumplió amorosamente en toda circunstancia, en todo
momento, con creciente fidelidad, con renovada ilusión.
"Quiero lo que Dios quiera aunque sea a costa de los mayores
sacrificios, y esto no en teoría sino en la práctica".
Cómo era Celia Méndez...
De gran temperamento,
clara inteligencia, decidida y de firme voluntad. Sincera,
espontánea, generosa, respetuosa con todos, humilde,
sacrificada, caritativa, llena de bondad.
Nos dejó...
El
ejemplo de su vida entregada a Dios y a los hombres con generosidad,
amor y deseo de comunicar a todos la Buena Noticia del Evangelio. Su
espiritualidad, manifestada en el amor a Jesucristo, reflejada en su
obra y en sus escritos, su comprensión y caridad con todos, su
búsqueda incansable de la voluntad de Dios.
La Congregación
de Esclavas del Divino Corazón, obra que llevó a cabo
con el Beato Marcelo Spínola y Maestre, es la expresión
de su celo por la educación cristiana de la juventud. Miles de
jóvenes participan de su obra y su
espiritualidad.