(1/5) Personaje de Ronda
(2/5) Promotora de la Exposición del Traje Regional e Histórico
(3/5) Parentescos
(4/5) Aficionada al Arte
(5/5) En pos de la cultura y las artes. por Eva María Ramos Frendo
Tomada de http://www.turismoderonda.es/cultura/esp/personajes.htm Ronda. Web Oficial de turismo de Ronda. Personajes ilustres. Página visitada el 27 de Junio de 2008
Scholtz Hermensdorff, Trinidad von
(Duquesa de Parcent)
Dama de honor de la Infanta Mª Teresa,
destaca por su gran labor social. Malagueña afincada en Ronda, creó
unos talleres artesanales, en la plaza que hoy lleva su nombre, que
trajeron a la ciudad maestros artesanos de la madera y la forja.
Transformó el Palacio del Rey Moro dándole su fisonomía actual.
“Corría el año de 1925 cuando se celebró en Madrid una magna Exposición del Traje Regional e Histórico en el Palacio de Bibliotecas y Museos, hoy sede de la Biblioteca Nacional y del Museo Arqueológico Nacional. Cuando aún falta-ban meses para que los Reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia la inaugurasen, los periódicos ya hablaban sobre la muestra de forma habitual y aguardaban impacientes su apertura. La expectación generada fue, así pues, enorme, hasta el punto de que hubo incluso que reeditar la guía de la visita, porque se agotó con rapidez en cuan-to se abrieron las puertas al público.
La exposición, en la que colaboró un nutrido grupo de intelectuales, políticos y artistas, y en la que se exhibieron unos trescientos cincuenta trajes completos, casi cuatro mil prendas sueltas, más de seiscientas fotografías y dos centenares largos de acuarelas, fue promovida por una andaluza de pro, la malagueña Trinidad von Scholtz Hermendorff, Duquesa de Parcent.
En seguida hubo conciencia de la importancia de la colección reunida y la exposición se convirtió en un Museo del Traje permanente, que en el año 1930 se instaló en el Palacio de Godoy. Cuatro años más tarde, la institución pasó a formar parte de un museo etnológico concebido desde un punto de vista más amplio: el Museo del Pueblo Español.” Tomado de Seco Serra, Irene. Antes del Carambolo. La aportación de Juan Mata Carriazo al Museo del Pueblo Español. Pág 106. Andalucía en la Historia. Nº 24 Abril 2009.
Tomado http://www.insde.es/ramhg/admin/data/movimiento_1937_abril.pdf Movimiento nobilario de 1937, Por José Miguel de Mayoralgo y Lodo, Conde de los Acevedos. Página visitada el 27 de Junio de 2008
El 28-abril-1937 falleció en Viena doña María Trinidad Scholtz-Hermensdorff, Duquesa viuda de Parcent y Condesa de Contamina. Nació en Málaga del matrimonio de don Enrique Guillermo Scholtz-Hermensdorf y Caravaca, I Marqués de Belvís de las Navas desde 1912, y de doña María Matilde von Bear y Grund. Casó en primeras nupcias con don Manuel de Iturbe y del Villar, acaudalada personalidad de México, a cuya nación representó como Ministro Plenipotenciario en Madrid. Enviudó en 1904 y volvió a casar con don Fernando de la Cerda y Carvajal Gand y Queralt, IX Conde y I Duque de Parcent, X Conde de Contamina y Jefe de la Casa de Doña Isabel II. Era Dama de la Reina Doña Victoria Eugenia y Dama Noble de la Orden de María Luisa desde el 23-enero-1917. La difunta era hermana de la Marquesa de Ivanrey y deuda muy cercana de don Cayetano Luca de Tena, ex Alcalde de Sevilla, del Barón de Fuente de Quinto y de don Christián y de doña María Scholtz. De su primer matrimonio tuvo una hija, Piedad, II Marquesa de Belvís de las Navas, esposa del Príncipe Max-Egon de Hohenlohe, padres de los Príncipes Alfonso, María Francisca, Christián, Isabel Cristina, Max y Beatriz.
Aficionada al arte egún se atestigua en AA.VV. Reyes y Mecenas (Catálogo de la exposición), Ministerio de Cultura. 406-407. Cfrs. etiam. TORMO y MONZÓ, E. Catálogo de las tablas de Primitivos españoles en la colección de Doña Trinidad Scholtz-Hermensdorff, viuda de Iturbe. Madrid, 1911. (Tomado de http://www.chde.org/index.php?option=com_content&view=article&id=161:ecos-rogier-pasture-dierick-bouts-hans-memling-y-martin-schongauer-composiciones--fernando-gallego&catid=32:2004&Itemid=41 Ecos de Rogier de la Pasture, Dierick Bouts, Hans Memling y Martin Schongauer en las composiciones de Fernando Gallego. Página visitada el 27 de Junio de 2009)
Tomado de la página del CEDMA (Centro de publicaciones de la
Diputación provincial de Málaga)
http://www.cedma.com/archivo/jabega_pdf/jabega88.pdf visitada el 17
de Junio de 2009. Reproduce artículo impreso de la revista Jábega,
nº 88 (segundo cuatrimestre Mayo-Agosto 2001) LAS DUQUESAS DE PARCENT, DOS MALAGUEÑAS
EN POS DE LA CULTURA Y LAS ARTES.
Eva María Ramos Frendo
Dos fueron las mujeres malagueñas que ostentaron el título de Duquesas de Parcent, al haber estado casadas sucesivamente con don Fernando de la Cerda y Carvajal, Duque de Parcent y Contamina, natural de Madrid y ayuda de Cámara de la reina Isabel II. Mas esta coincidencia no fue la única que las unió, dado que ambas mostraron a lo largo de sus vidas un gran interés por actividades relacionadas con el ámbito de la cultura y las artes.
...
La segunda Duquesa de Parcent fue doña Trinidad von Scholtz Hermensdorff, miembro de una destacada familia malagueña, los Scholtz, famosos comerciantes que formaron parte de la llamada «oligarquía de la Alameda» a lo largo del siglo XIX.
Trinidad estuvo casada en primeras nupcias con don Manuel de Iturbe del Villar, perteneciente a una noble familia vasca, y con su marido representó «en varias cortes extranjeras y... en Madrid, al Gobierno de Méjico»13. Más tarde sería Duquesa de Parcent y Condesa de Contamina, al contraer segundas nupcias con «el noble prócer que fue jefe de la casa de doña Isabel II»14 y descendiente de los Infantes de la Cerda, don Fernando de la Cerda.
Fue educada, al igual que muchas jóvenes de la época, «con ayas extranjeras»15 y durante los veranos viajó por el centro de Europa para completar sus estudios.
Dichos viajes le permitieron aprender a hablar correctamente cuatro idiomas, lo cual le serviría enormemente cuando tuvo que dedicarse a acompañar a su marido como embajadora de Méjico.
Su abuela materna fue doña Francisca Muñoz y Caravaca, descendiente de los marqueses de ese
mismo nombre, y era natural de Ronda, por lo queTrinidad pasó desde muy niña largas temporadas, durante el verano, en dicha localidad. Por esta razón, en el año 1911, cuando se inauguró el hotel Reina Victoria, marchó a pasar en él unos días.
Pero tanto fue el cariño que sentía por la localidad rondeña, que todo su deseo fue adquirir una residencia en la que poder pasar algunas temporadas.
Por ello, cuando poco después de su estancia en el hotel Reina Victoria se puso en venta la Casa del Rey Moro no dudó un momento y la compró. Se trataba de una casa que erróneamente «algunos historiadores antiguos han querido relacionarla con un palacio musulmán»16, dado que se trata de un edificio del siglo XVIII, que ha pasado por manos de diversos propietarios (don Diego Benítez, convento de Madrid de Dios, don Francisco Durán Valiente, Jaime de Vílchez Durán, don Jacinto Salvatierra y Tavares, los marqueses de Salvatierra, don Alejandro Linares, Mr. Laurence Perin, la duquesa de Parcent, la Marquesa de Paradas, etc.) los cuales la han ido transformando tanto interior como exteriormente y en la actualidad presenta unos «rasgos regionalistas y eclécticos de finales del siglo XIX y principios del XX»17.
Durante el tiempo que la casa perteneció a la duquesa de Parcent, ésta fue adquiriendo las casas de los alrededores a fin de crear en estos solares unos jardines.
Se trata de unos jardines, realizados en la época de la Dictadura, dispuestos en planos escalonados
que fueron trazados por el célebre conservador del Bois de Boulogne, de París, monsieur Forestier y
que se encuentran suspendidos sobre el Tajo. De estos jardines partía una escalera tallada en la roca que bajaba hacia la denominada «Mina», un manantial que brotaba de la misma roca y que parece ser que sirvió como abastecimiento de agua en tiempos de los musulmanes y donde, por la presencia en este mismo lugar de varias salas superpuestas excavadas en la roca, con arcos y bóvedas, se supone que pudo haber unos baños de tiempos de Abomelique, en 1342.
Según indica Emilio Pérez Sánchez, cronista de la ciudad de Ronda, la duquesa de Parcent, mientras tuvo esta casa en su poder, «la embelleció y enriqueció con muebles y cuadros y valiosos objetos de arte, convirtiéndola en un verdadero museo». En ella se realizaron numerosas «fiestas de sociedad» y fue «morada de reyes y príncipes»18.
En esta casa la Duquesa acostumbró a pasar largas temporadas tanto en otoño como en primavera. Pero su vivienda habitual se encontró en Madrid, donde Doña Trinidad fue dama de la Reina, gran señora y anfitriona en su palacio de la calle de San Bernardo, el antiguo palacio de Guadalcazar, en cuyos salones tenían lugar interesantes reuniones todos los sábados, teniendo como tema principal de conversación el arte y donde se impulsaron muchas empresas artísticas. De su hogar decían las revistas de la época que no sólo era «uno de los palacios más suntuosos y artísticos de la corte, sino acaso el más hospitalario »19. En él se reunían personas de gran talento: aristócratas, diplomáticos, políticos, hombres de letras, artistas, periodistas, etc.
Este palacio, que más bien podríamos llamar Museo, reunía un gran número de salones, denominados según los estilos que acogían (gabinete Luis XVI, Salón Luis XV, Salón español, etc.), donde lo predominante era «el estilo dieciochesco francés»20, aunque también en la llamada «loggia» se podía apreciar el estilo italiano, mientras en el salón de los primitivos tenía cabida todo el mobiliario español. En estas salas se reunían, además, obras de arte de todos los tiempos, desde el siglo XV hasta el XX, destacando artistas españoles como Moreno Carbonero, Benlliure, Ortiz Echagüe o Raimundo de Madrazo, que junto a otros muchos (Blay, Lazzlóo, Capuz, etc.), inmortalizaron a la Duquesa de Parcent y a su hija la princesa de Hohenlohe.
Junto a cuadros y esculturas también poseían porcelanas, algunas de la China y del Japón y miniaturas del siglo XVIII. Pero si de todo el palacio la duquesa de Parcent hubiera tenido que elegir un lugar este habría sido el «Salón de los Primitivos o Salón Español», que según se nos dice se trataba del «predilecto de la duquesa» y por esta razón el elegido para celebrar «las reuniones de los intelectuales». En él se ubicaban «las tablas españolas del siglo XV y algunas flamencas que forman la valiosa colección, ...destacándose entre bordados paños litúrgicos, soberbios tapices, maravillosas tallas, hierros, barqueños, arcones, cuanto el arte español ha producido de más rico y artístico»21. Y debió ser en este salón, donde en una de las muchas reuniones que tenían, la duquesa tuvo la gran idea de crear la denominada «Sociedad Española de Amigos del Arte». Doña Trinidad había contemplado que muchas de las industrias artesanales de nuestra nación «si no habían desaparecido, languidecían en el abandono »22. Las muestras de estas labores que habían hecho famosa a nuestra patria se encontraban dispersas por todos los rincones de España en el interior de las catedrales, museos, palacios antiguos y en manos de algunos coleccionistas particulares, mas el público apenas las conocía. Por otro lado, sus viajes por el extranjero le habían permitido observar que en estos lugares existían gran número de estas obras, a donde habían llegado a través de la exportación. En París, Londres, Viena y otras capitales encontró muchas muestras de nuestras antiguas industrias artísticas y en multitud de ocasiones ella adquirió algunas de ellas para devolverlas a nuestra nación. Durante muchos años, doña Trinidad se dedicó a reunir artículos de periódicos, revistas y libros en los que se pudieran estudiar el gran valor de las piezas de nuestro arte antiguo que por aquellos tiempos eran llamadas en España «antiguallas» y a las que nadie les prestaba interés. Entre ellos cabría destacar los folletos en inglés de don Pascual Gayangos, en los que se analizaban las diversas industrias y que habían sido estudiadas en el Museo de South Kensington de Londres.
Fue concretamente en el otoño de 1903, cuando en una de las frecuentes reuniones que tenían lugar en su palacio, expuso la duquesa su deseo de crear «una sociedad que tuviera por objeto proteger el arte patrio en todos sus aspectos, organizar Exposiciones, resucitar antiguas industrias artísticas españolas, favorecer las donaciones a los Museos y fomentar la cultura artística»23. Habían estado hablando de las labores que a favor del arte se hacían en otras naciones.
Así, el pintor Moreno Carbonero había estado elogiando lo que se realizaba en Nuremberg, en Brujas o en Amberes a favor de sus tesoros artísticos y también se hizo mención a la sociedad «Amigos de Versalles». Toda esta conversación sugirió a la duquesa la posibilidad de crear una sociedad en España que tuviera esa misma finalidad de protección al arte.
Y lo que fuera inicialmente una idea se hizo realidad. Junto a la duquesa estuvieron otros importantes personajes: don Eduardo Dato, que sería el primer presidente de la Sociedad, el marqués de Comillas, el pintor Moreno Carbonero, etc. El historiador Menéndez Pelayo fue el responsable de dar nombre a la Sociedad y poco a poco aumentaron el número de socios.
La Sociedad se encargó de llevar a cabo numerosas exposiciones que tuvieron un gran éxito. Tras las mismas había un interés prioritario que era «contribuir a resucitar viejas industrias artísticas españolas que alcanzaron fama y prosperidad en otros tiempos, cual la de la cerámica, la del mueble español, los cueros repujados, la rejería, la plata, el encaje, los tejidos, el abanico»24, etc.
Tras todas estas exposiciones, gran número de extranjeros que las visitaban iniciaban sus encargos,
haciendo de este modo que la producción española aumentara y proporcionando con ello grandes ingresos que favorecieron enormemente a la economía nacional. Por ejemplo, tras la primera exposición de cerámica española, entraron en auge fábricas como las de Talavera, Fajalauza y Manises.
Con la Exposición del mueble, se desplazó el gusto francés, que venía siendo lo imperante en esa época, mientras que los muebles de los siglos XV, XVI y comienzos del XVII español, comenzaron a inundar las viviendas. Y consecuencias similares tuvieron otras muchas exposiciones:
la de Hierros, la de Lencería y encajes españoles del siglo XVI, la del Abanico en España, la de Tejidos antiguos españoles, etc. De todas estas exposiciones, destacar que la del Traje Regional, daría lugar a la creación del «Museo del Pueblo Español».
Junto a todas estas Exposiciones, la Sociedad también llevó a cabo otras labores como la restauración del palacete de la Moncloa o la publicación de la «Revista de Arte Español».
Con las siguientes palabras celebraban en la capital malagueña la creación de esta Sociedad y el que tras la formación de la misma se encontraran dos malagueños:
«Esta sociedad producto de la feliz iniciativa de un núcleo de entusiastas de nuestras gloriosas tradiciones artísticas, tiene por principal objeto propagar en España el conocimiento del Arte y auxiliar la acción del Estado tanto en la conservación y restauración de los monumentos antiguos, como en la adquisición de obras de importancia artística, histórica ó bibliográfica... lícito ha de sernos sentir orgullo al poder consignar la activa participación que en todo cuanto concierne a la Sociedad desde sus orígenes ha correspondido a dos malagueños ilustres, la Excma. Sra. doña Trinidad Scholtz de Iturbe y el insigne artista Moreno Carbonero»25.
En Ronda, donde como ya hemos relatado adquirió la Casa del Rey Moro, tuvo la feliz idea de crear el llamado «Centro Benéfico Docente de Ronda», una especie de Escuela de Artes y Oficios, donde se ensañaban gran diversidad de manufacturas antiguas españolas, tomando como modelo muchas de las piezas que habían aparecido en las Exposiciones. No sólo tuvo la idea, sino que además aportó su fortuna para que la misma pudiera llevarse a cabo. Este centro se instaló en una antigua iglesia sin culto que cedió la «Municipalidad de Ronda»26. Allí se llevaron maestros, se adquirieron telares y herramientas y, a partir de modelos originales de alfombras antiguas, se enseñó a jóvenes rondeños y de pueblos cercanos a ejecutar estas manufacturas. Los jóvenes accedían al centro sin necesidad de pagar matrícula, «exigiéndose únicamente tener deseos de trabajar»27. Todo esto dio lugar a que alfombras de diversas zonas (Cuenca, Alcaraz, Alpujarra), muebles, tejidos, etc. fueran allí realizados. Al mismo tiempo, la población joven de la zona encontró un oficio y un medio de vida. También destacó Doña Trinidad por su entrega a las causas necesitadas y, así, su hija relata cómo, al estallar la Guerra de Cuba: «Un invierno expuso en la Academia de San Fernando el magnífico Nacimiento que poseía, formado por figuras italianas y españolas, recaudando 40.000 pesetas, que dedicó a una de sus obras benéficas...»28.
Finalmente, el día 28 de abril de 1937, en el Hotel Imperial de Viena, falleció esta gran mujer malagueña, que tanto contribuyó a la justa valoración del arte de nuestro país.
NOTAS
* El presente trabajo constituye una aportación al proyecto I+D PB97 1110 Imagen y Percepción de la Mujer en la Historia del que soy miembro investigador.
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13 MONTE-CRISTO, Moradas aristocráticas. El Palacio de los Duques de Parcent, «Blanco y Negro», nº 1705, año 34, 13 de enero de 1924, s/pág.14 Ibídem.
15 Duquesa de Parcent. Mi madre, Madrid, 1946, pág. 21.
16 MIRÓ, A., Ronda. Arquitectura y urbanismo, Málaga, Caja de Ahorros de Ronda, 1987, pág. 298.
17 http//iznarunda.com/Rey Moro.html.
18 PERÉZ SÁNCHEZ, E., Ronda, Málaga, 1966, pág. 112.
19 MONTE-CRISTO, op.cit., s/pág.
20 Ibídem.
21 Ibídem.
22 Duquesa de Parcent...op. cit., pág. 24.
23 MASCARILLA, Crónicas de Sociedad. La Sociedad Española de Amigos del Arte, en «Blanco y Negro», 1925, s/f.
24 Ibídem.
25 GARTNER, J., La Sociedad Española de Amigos del Arte, «La
Unión Ilustrada», 27 de octubre de 1912, nº 163.
26 Duquesa de Parcent...op. cit., pág. 35.
27 Ibídem, pág. 36.
28 Ibídem, págs. 42-43.