Jaén 1859- Cádiz 1927. Escritora, dinamizadora cultural, editora, filantropa.
1) Esbozo biográfico por Mª Ángeles Perea Carpio
2) Periodismo y empresa periodística: el Cádiz de Patrocinio de Biedma
3) Patrocinio de Biedma y la Moneda [1858-1927] por Rosa María Ballesteros García
Fragmentos tomados de "Las almas gemelas, de Patrocinio de Biedma" por Mª Ángeles Perea Carpio. http://www.bibliotecavirtualdeandalucia.es/opencms/lecturas-pendientes/004-almas_gemelas.html#_ftnref1 Vista el 18 de julio de 2015.
Patrocinio de Biedma y La Moneda nació en Begíjar (Jaén) el 13 de marzo de 1845, en el seno de una familia de la aristocracia rural. Sus padres fueron Diego José de Biedma y Marín Colón e Isabel María de La Moneda y Riofrío. La muerte del padre siendo ella tan niña —tenía 4 años—, cuando la diferencia de edad con su hermano mayor, varón por demás, y la poca edad de la hermana pequeña —sólo un año— la alejaban de ellos, influyó en que su infancia fuera bastante solitaria y girara alrededor de la madre. El relativo aislamiento en que vivió en su infancia y adolescencia estimuló su gusto por la lectura, y su inteligencia natural la ayudó a formarse como autodidacta
En 1861, a los dieciséis años, se casó con José María de Quadros y Arellano, hijo del marqués de San Miguel de la Vega. No es de extrañar que aceptara el matrimonio siendo tan joven, pues lo vería como una salida a su rutinaria vida, y en él pondría toda la ilusión que vivía a través de sus lecturas. El matrimonio, que se instaló en el cercano pueblo de Baeza, tuvo tres hijos, que murieron siendo niños. El marido falleció en 1873, cuando Patrocinio iba a cumplir veintiocho años de edad.
Es lógico que Patrocinio de Biedma, viuda, sin hijos, sin necesidad de atender personalmente el patrimonio que tenía en su tierra natal, pensara en abandonar el pueblo que la vio nacer para dar salida a sus necesidades vitales e intelectuales. La situación de viuda era, por desgracia, casi desesperante para las mujeres del pueblo llano, pero en el caso de Patrocinio, al tener resuelta su situación económica, y al estar protegida socialmente por sus amigos de la aristocracia y la alta burguesía, significó una auténtica liberación en su vida.
Así, la escritora giennense decide instalarse en Cádiz, ciudad a la que se sentía ya muy vinculada por lazos de amistad. En ella realiza gran parte de su actividad cultural y social. Tres son los campos, entre otros,[1]en los que la escritora andaluza trabaja en beneficio de la sociedad: la literatura, la infancia y la mujer.
Nada más instalarse allí, Patrocinio entra en contacto con la clase cultural de la ciudad. A los pocos meses crea la revista Cádiz, cuyo primer número ve la luz el 10 de mayo de 1877[2]. La publicación se convirtió en el órgano de una federación literaria andaluza.
En cuanto a su compromiso con la infancia, fundó, en Cádiz, en diciembre de 1885, un asilo y escuela para niños huérfanos llamado «El Patrocinio», conocido popularmente como «La Casa de los Niños». En 1888 inició el Congreso Proteccionista de la Infancia, que tuvo lugar en Cádiz, «en el cual debían consignarse los medios de mejorar la condición de los pobres niños desvalidos, por la ley, por la higiene, por la enseñanza y por la caridad». En justa recompensa, fue distinguida con la Cruz de Beneficencia de Primera Clase.
Sus esfuerzos por promocionar la educación de la mujer se ven plasmados en sus novelas, en sus artículos periodísticos y en su vida pública. En este sentido hay que destacar el importante discurso que pronunció en el acto de inauguración del año académico 1886-87 de la Academia Gaditana de Ciencias y Artes, institución de la que fue nombrada Académica Honoraria. El discurso se fundamente en «Sostener una tesis que está en el fondo de todas las conciencias y que reclaman de consuno todos los progresos del pensamiento humano: la de que la educación de la mujer es una necesidad de nuestra época, que se impone en cada una de sus fases, y que a conseguir su realización, están obligados cuantos se preocupan de los problemas sociales»
Con su editor, José Rodríguez, conocido cervantista, dueño de la imprenta Tipografía La Mercantil desde 1868, archivero jefe de la Diputación de Cádiz y director de La Crónica de Cádiz, entablará una estrecha relación de trabajo y amistad. Cuando éste quede viudo, unirá su vida a la de la joven escritora. La boda se celebra el 3 de Noviembre de 1880, siendo apadrinados por Alfonso XII, representado por el Marqués de Santo Domingo de Guzmán.
Fue éste un matrimonio feliz en el que José Rodríguez se mostró siempre como un entusiasta admirador del talento de su esposa. Además, con esta unión, Patrocinio conseguía tener una familia propia, pues los hijos de su esposo la acogieron como una verdadera madre.
José Rodríguez muere en junio de 1914. Patrocinio lo seguirá en septiembre de 1927.
Se ha dicho que Patrocinio de Biedma empezó a escribir poesía a raíz de la muerte de su primer hijo, y así debió de ser, pero tardará aún unos años en publicar sus primeras poesías. Acrecentado su sufrimiento con la pérdida de un segundo hijo, fue aumentando su producción poética hasta que en 1866 aparecieron publicadas, en Jaén, sus primeras composiciones en Obsequios poéticos a la Virgen de la Capilla; aquí fueron apareciendo poesías suyas hasta 1872. Su obra lírica se publica en tres títulos: Guirnalda de pensamientos (1872), Recuerdos de un ángel: elegías a la memoria del niño Don José María del Olvido Quadros de Biedma, muerto a los seis años de edad (1874), y Romances y poesías (1881).
Su producción narrativa se inicia con Blanca (1870); le seguirán 18 novelas más y 4 relatos cortos, denominados por la autora “Episodios”.[3] Su última novela, La Marquesita (1892), es un homenaje a las gentes de Jaén.Muchas de sus novelas fueron reeditadas en una Biblioteca Escogida de la autora (1879-1885).
El éxito de la narrativa de Patrocinio de Biedma radica en la temática de sus novelas, que responde al gusto del lectorado de la época. Se trata de un público, en gran parte femenino y burgués, que ve reflejadas en estas historias sus circunstancias sociales, aunque barnizadas con un tinte idealista y sentimental que las hacía especialmente aptas para esa clase social que gustaba alejarse de la vulgaridad de la vida cotidiana y, sobre todo, que deseaba diferenciarse del pueblo llano y semejarse a la nobleza.
Si nuestra escritora juzga la literatura como expresión del yo es porque considera que en la obra se vierte no sólo el ser íntimo del autor sino también sus experiencias, sus vivencias; por eso llegó a afirmar que «Los libros deberían llevar al frente la historia íntima del autor».
Y esto es lo que hace Patrocinio de Biedma en sus novelas. En ellas refleja sus pensamientos, sus sentimientos, sus experiencias vitales; es decir, «su realidad»; técnicamente lo hace a través de la voz narradora y de los personajes que representan la jerarquía moral, que suelen ser, de forma equilibrada, hombres y mujeres. Si en la novelística de la escritora giennense no aparece la clase obrera como protagonista de sus historias, ni el materialismo como tema central de las mismas, sólo significa que ha seleccionado una parte de la realidad, las de las clases altas, para representarla en sus obras; la parte que ella mejor conoce.
Aunque llena de convencionalismos sentimentales, y de intervenciones directas de la autora, que convierten la novela en una especie de tratado moral, lo cierto es que la narrativa de Patrocinio representa la realidad, al menos tal como lo entiende Auerbach, pues en sus novelas se plasma «un mundo real, cotidiano, reconocible en sus lugares, tiempos y circunstancias».
La sociedad no es, ciertamente, la protagonista de sus novelas, pero sí es ese telón de fondo, perfectamente reconocible en sus aspectos sociales, políticos, económicos y culturales, sobre el que se mueven sus personajes.
Notas:
[1] Fue también una activa defensora de la paz; llegó a ser nombrada, en 1898, vicepresidenta en España de la “Ligue des femmes pour le desarmement international”. La Liga de Mujeres, como era conocida, se fundó en París por ilustres damas. Su fin era el desarme internacional y conseguir la paz en Europa.En La correspondencia de España, 24 de mayo de 1899, aparece como presidenta de la Liga de mujeres para la paz.
[2]Cádiz lleva como subtítulo“Revista de artes, letras y ciencias, ilustrada con grabados y redactada por los primeros escritores españoles y americanos”. Patrocinio de Biedma aparece como Directora-Propietaria.
[3] A estas narraciones hay que unir algunos relatos cortos que fueron apareciendo en distintas publicaciones periódicas.
Recogemos el resumen del artículo Vega Rodríguez, P.ilar (2014). “Periodismo y empresa periodística: el Cádiz de Patrocinio de Biedma”. Arbor , 190 (767): Mujer y periodismo en el siglo xix. Las pioneras. Puedes leer el artículo completo en http://arbor.revistas.csic.es/index.php/arbor/article/view/1945/2248 visto el 13 de julio de 2015.
RESUMEN:
Desde su fundación, la escritora Patrocinio de Biedma se sirvió del periódico Cádiz como portavoz del proyecto de la
Federación Científico-Literaria de escritores cuyo objetivo fue la promoción de la literatura provincial y la descentralización de la vida literaria española. En los cuatro años de duración del periódico la escritora demostró extraordinarias dotes diplomáticas para, a la vez que negociaba con los tópicos de lo comúnmente aceptado para una mujer escritora, dirigir una empresa periodística desde un planteamiento profesional e insólito en una mujer.
PALABRAS CLAVE: periodismo; escritoras del siglo XIX; federalismo
ABSTRACT:
Since its founding, the writer Patrocinio de Biedma used the journal Cádiz as the mouthpiece for her plans for a Literary and Scientific Federation of authors with a view to promoting provincial literature and decentralising Spanish literary life. During Cadiz ́s lifetime the writer showed extraordinary diplomatic skills, while playing some of the conventional roles of a woman writer, and running the newspaper in a professional way unprecedented for a woman-
KEYWORDS: journalism; C19th women writers; Federalism.
Vease pinchando aquí.